29.9.14

Supermercado

Hay que matar gente.

Uno nunca sabe donde va a encontrar un amigo.

28.9.14

Mi colchoneta

Mi colchoneta está pinchada. Pero para lo que me ha costado bien que está. La he estado inflando con Carolina. Ha sido una buena excusa para estar de cháchara. Los primeros días aguantaba perfectamente. A partir de una semana, todos los días tenía que inflarla. A los 15 minutos, a los 10, a los 5. Terminó sus días en la papelera de la playa. Triste por acabar otra vez en la basura, pero feliz por haber tenido un mes más de vida.

23.9.14

Animales


Hoy he visto una especie de sepia del tamaño de una letra. La he llamado Sepiencia. El otro día me hice amigo de un pulpo y le llamé Cefaleopoldo y de un calamar, que se llamó Andres Calamar.

Usos de la boya

Una boya consiste en un globo inflado atado a una cuerda, muy visible intencionadamente.

Es como un globo, pero como es para debajo del mar, en vez de ir con helio va con oxígeno y flota igual.

Su utilidad primigenia, principal, es ser visto. Tanto por los barcos, para que no te arrollen, como por los surfistas, navegantes de balsas de remo, e incluso por tu familia, que vigila por el balcón por donde vas y cuando vuelves te dice siempre “Has estado allí lejos, ¿verdad? A ver si no te alejas tanto”

Pero tiene otras muchas utilidades. Para empezar, puedes apoyarte en ella cuando estás cansado. No te sujeta como una colchoneta, pero relaja bastante.

Además sirve para saber hacia donde va la corriente, dado que, indefectiblemente, la boya va a tirar hacia ella. Es como una brújula.

Además suelo llevar una bolsita colgada donde meto los tesoros submarinos que encuentro. Por ahora sólo se me ha roto un erizo. Rosa y pequeño. Pero permite llevar muchos más descubrimientos que las manos desnudas y además se acaba el temor a que se te caigan del bolsillo.

Por último, el último uso que le doy es medir profundidades: Dejo la boya arriba y voy bajando, desenrodando cordel. Cuando llego abajo – si es que llego – pongo la cuerda en el suelo, tirante y miro para arriba. Ahí donde ha tocado el suelo pongo una pinza y subo. Arriba hago un nudo y luego, en casa, subo a ver a mi vecina, Adela, que es una señora respetabilísima y sonriente, una maestra de escuela en profesión y formas, que me deja un metro con el que mido hasta donde he bajado.

Este año he bajado hasta 10 metros. Es mi record de siempre.

Después de mucho bajar como un hijoputa a medir profundidades, se me ocurrió, en vez de darme la paliza y agotarme, atar una piedra y dejar caer la cuerda. Bravo Eugenio. Has inventado la plomada.

22.9.14

Estos días no he buceado. He charlado, me he socializado, he corrido, he ido al cine. No he buceado porque no se puede bucear, porque no hay mar para bucear.

Mañana iba a venir mi hermana, pero ha ocurrido una desgracia familiar, así que no vendrá. Vaya vd a saber cuando lo hará.

Hoy es 16. Hemos pasado el ecuador. No quiero que esto se acabe. No quiero volver a la realidad. Más me vale no pensar en ello. Al menos he terminado de escribir cartas. Ya no le debo cartas a nadie. 

He visto seis películas en total:

Sex Tape - Horrenda

El Planeta de los Simios  - Nefasta

Mercenarios 3 - Si sabes lo que vas a ver y es lo que quieres ver, fabulosa.

La noche de las bestias - La idea más desaprovechada de la historia del cine 

Maléfica - Buenísima, pero para ver una vez y ya.

Guardianes de la Galaxia - VAYA PASADA.

Emtivi

Mi madre me pregunta si MTV es Murcia Televisión.

Aunque, considerando la programación que tienen, bien podría serlo.

Lo que antes era MTV ahora es VH1.

18.9.14

Chromis Chromis

Castañuelas, Catañuelas,montones de peces negros, como crespones negros, como un anuncio fatal. Se acercan a mi, vienen a mi. No huyen, sino que me persiguen. Y cuando me doy la vuelta para mirarles siguen a lo suyo, nadando, como peces despreocupados, mirándome por el rabillo del ojo, cariacontecidos, abriendo la boca de vez en cuando, como si fueran a decirme algo y no se atrevieran.



He visto un pez verde con cara de malas pulgas. Tampoco se asusta. He visto como varios peces se daban un festín en un erizo. Los pequeños caben por el agujero y cogían comida. Los grandes seguían a los pequeños, esperando que se les cayera alguna sobra. En este bonito caso, el pez grande se come los restos del pequeño. 

(Foto: Maestro Pescador

16.9.14

Oloramar.

Si el mar oliera a mar, o sea, a pescado, a lo que huelen las cosas que sacas del mar si las dejas sin limpiar, ya sean peces o piedras, que no es más que a todas las bacterias que tienen sobre ellas pudriéndose, no sería un destino tan demandado. O quizá con el tiempo sí. Si la gente que está al lado del mar terminara oliendo a mar oler a mar sería propio, en un principio, de villanos y pescadores, pero, con el tiempo, sería el olor del poderío económico, de la posibilidad de ir a mar. El olor a playa es un olor agradable y sensual. Por eso Kramer intenta vender una colonia que huele a playa. Yo la compraría.

Niños y mujeres.

Hoy he buceado sólo un poco. Luego he hablado un rato con el niño P. y con una niña que se llama Ella. Dice que casi ni se me nota que estoy nadando. Antes me agotaba estar en medio del agua sin hacer nada. Estar “de pie” en el agua. Ahora no me canso casi. Podría estar mucho más. He aprendido a relajarme y, por tanto, usar sólo la fuerza necesaria. “Parece que haces pie” me ha dicho. Entre ella y P. me han puesto por las nubes. Yo la he regalado un erizo rosa para compensar, pero estaba roto.

Ya he hablado, sino por aquí por carta, del niño P. y lo majo que es. Ya no es tan niño y está hecho un campeón. De mayor quiere ser militar. Espero que no se malogre. Su madre sigue siendo la mujer más bella de la playa. Después de la mía, claro, pero a esta la miro con otros ojos. Y de Carolina, pero a esa no debería ni mirarla hasta dentro de tres años

Tipos de felicidad

Mi padre bucea con las gafas llenas de agua hasta la mitad y está feliz así. No soy quien para negar su felicidad.

Una vez, jugando al Veo veo con Alfonso, dijo algo que empezaba por k. Después de muchas vueltas y sin encontrar que era, me rendí. La respuesta era :”Las kafas del abuelo”

14.9.14

Canciones del verano 2


Perros y lebeche

Ya me he informado. Las medusas que saqué eran Aurelia Aurita. Debí haberme acordado. Pican, pero poco. Hoy he visto otra y no sé como se llama. Tampoco tengo internet para buscarla, así que tendré que quedarme sin nombre, pero sé que pica.

He defendido a una mujer que bajaba con perro a la playa. No sé que le pasa a la gente que quiere prohibir que bajen los perros pero que les da igual que bajen dos señoras tapadas hasta el cuello mientras sus maridos se bañan. Musulmanas, me refiero. Tapadas con trapos negros, bajo el sol. Me extraña que no las diera algo. Sus maridos felices en el agua, un día de 30º a la sombra. Si fuera verdad que el femenino es el sexo fuerte no se dejaría avasallar así. Tanto mundo musulmán deja claro que el sexo fuerte es, por suerte o por desgracia, el masculino. Un masculino muy raro el musulmán. Una sociedad controlada por hombres, dicen. Si yo controlara la sociedad de manera tiránica, no pediría que las mujeres fueran tapadas, sino más bien destapadas.

La visión de la medusa me ha intranquilizado. Quería alejarme un poco hoy, pero ya me ha dado cague. Además, el agua está fría. Lebeche. No sé si lebeche se escribe con b o con v, pero me pone de mala leche.

En realidad sí lo sé

PAZ

Ayer saqué dos medusas y todo el mundo me admiró por como pude encontrarlas y sacarlas y por conocerlas. No todo el mundo conoce a todas las medusas ni sabe que medusas pican y que medusas no. Confieso que no estaba seguro de que la de ayer picase. Otras veces experimento en mi mismo, pero la de ayer era demasiado gorda. Mucho más gorda de lo normal y me dió bastante respeto: Podría provocarme fiebre, así que pasé.

Después estuve buceando por la Isla del Submarino. Estuve en el fondo durante un minuto, aguantando la respiración, en silencio total, viendo lo que intentan imitar los acuarios: PAZ. Paz total. Mil tonos de azul y miles de peces de distintos tamaños – de tamaño de mosquitos a tamaño de gallinas -. Y yo estaba allí y todos los peces eran – o parecían – indiferentes a mi. Formaban un toro a mi alrededor, daban vueltas sin mirarme, subían y bajaban como harían si yo no estuviera allí. ¿Saben eso de ser uno con la naturaleza?Eso sólo puedes hacerlo en el mar, donde no dejas ni siquiera la huella de tus pasos, donde ni siquiera respiras y sólo oyes lo que te rodea, que es algo inaudible.



Al final supe que la medusa era una Aurelia aurita. Debía haberla reconocido, pero la olvidé.

11.9.14

Pequeños tesoros.

He buceado con mis gafas nuevas. He encontrado un erizo del tamaño de un céntimo y lo he guardado. Está todo lleno de erizos. Es una buena señal. Erizos y poseidonia y muchísimos peces. Y chorizos de mar. Eso también es una buena señal, pero es el animal más asqueroso del mundo. Puaj.





En realidad se deberían llamar pepinos de mar.

7.9.14

Ja soc aquí.

Ya me he bañado bien bañado. Ya hemos visto lo que se nos ha olvidado: La batidora. Ni gazpachos ni nada parecido. También mis deportivas. Aquí en Valladolid las llamamos playeras (o playeros), pero no son para la playa. Y se me han olvidado mis pelotas. Las de aprender a hacer malabares, digo. Se las había robado a mi sobrino para aprender en agosto y ha sido en vano.

Hemos ido a comprar. No batidoras, ni playeras, ni pelotas, sino comestibles y otras cosas del estilo. El supermercado estaba hasta el cuello. Lleno a reventar. Hay demasiada gente. Necesitamos una nueva plaga.

Me he bañado decía. He visto un cangrejo y he cambiado de gafas. Mis gafas de siempre empezaban a colar agua. Es una pena, porque son mis gafas de siempre. Tengo otras, pero no son las mías. Hay que aprender a coger cariño a los objetos. Así reduciríamos el consumo. Al igual que un guerrero de la antigüedad cogía cariño a su espada, yo se lo cojo a mi teclado, mi ratón, mi monitor, mi silla, mi reloj, etc.

5.9.14

Primer día del resto de mi vida.

Primer día del resto de mi vida. He acabado la segunda relación más larga de mi vida. Salía con la mujer más maravillosa del mundo. Lo hemos dejado de mutuo acuerdo: Nos queríamos mucho, pero no nos lográbamos entender.

Me despertaba unas cosas que no me ha despertado jamás ninguna otra persona adulta: Me despertaba ternura. ¿Sabéis como ha de ser una persona adulta para despertarte ternura? Pues así era ella. De hecho, no sólo era así, sino que lo era mucho más, porque yo soy un cínico y odio un poco al mundo en general. Además, es la mujer más hermosa del mundo, de los pies a la cabeza. Sobre todo, sobre todo, tenía la nariz más hermosa del mundo.

Ella me ha enseñado muchas cosas: A disfrutar de los animales, especialmente de los perros. Y a disfrutar de las cosas materiales. A ser feliz con una galleta, con una almohada cómoda, con una mantita, etc. Además, su entorno era fabuloso. Eso no siempre pasa. He estado con otras chicas y alguna tenía una madre inaguantable, unos amigos impresentables o incluso disfrutaban de ambas virtudes. Ella tenía un entorno envidiable.

Podría hablar toda la vida de Ella, es mi tema preferido, es una obsesión. Obsesión, pero de verdad: No como cuando dices a alguien que se ha obsesionado, sino de verdad, de no poder pensar en otra cosa aunque quiera. Aunque lo tengo bastante controlado, gracias a... gracias a mi. Lo suyo me ha costado.

Ahora tengo que mentalizarme para estar solo. Estoy de vacaciones en mi paraiso, (es decir, que la gente sea feliz aunque no pida permiso) con mis padres y mi hermano. Hemos venido embutidos en un coche con miles de maletas. Hemos venido para un mes entero. Hemos estado a punto de quedarnos en la cuneta, porque hemos llegado con el depósito casi vacío a una gasolinera. Hemos llegado bien.

Soy el Capitán Medusa. El mundo es mejor con gente como yo, aunque suene vanidoso. Me he bajado a la playa y lo primero que he visto es un erizo roto a la altura del pie: O sea, más abajo del nivel del mar, pero donde cualquier incauto pueda pisarlo. He puesto una marca – una piedra larga de pie – y lo he llevado fuera en varios viajes con mi salabre. Mi salabre, para que la gente de interior lo sepa, es mi red atada a un palo. O sea: Como un cazamariposas con un palo gordo y resistente. Se llama Julieta, es el tercero de su clase. Antes vinieron Eva y Miranda, el primero también de madera, el segundo de fibra de vidrio. Demasiada tecnología, demasiado ligero. Me gusta sentir que lo llevo. Supongo que algo parecido le pasaría a un guerrero de la edad media si le dan un florete.

He venido dormido casi todo el viaje, pero ayer me quedé hasta las cinco adrede, para dormir durante el viaje. Me aguantó hasta entonces mi palo habitual. Lo llamo palo porque cuando alguien dice “que cada palo soporte su vela”, yo siempre pienso que él soporta la suya y la mía. Cada vez que tengo una crisis me voy a su casa – o vuelvo de su casa – y me aguanta depresiones y borracheras. Esta última vez me aguantó online, pero me aguantó igual. Jugamos al GTA Online y me dediqué a matar a un montón de gente aleatoriamente, sin que se lo esperasen. A matarles simplemente porque sí. Me aguantaron mis penas, pero ellos no me dan ninguna pena, no haber estado ahí, enfrente de mis balas.
Hemos hablado de casualidades. Todo son casualidades aunque no nos demos cuenta. Si conoces a una mujer en un bar, sales con ella, te casas y vives con ella 40 años deberías pensar “Qué casualidad que estuviéramos a la vez en este bar a esta hora.”. No te das cuenta de que es una casualidad porque no conoces a esa chica, pero es la mujer con la que vas a pasar 40 años.

Nuestra vida se forma en función a como interpretemos las coincidencias.

Escribo en un Acer Travelmate. Un tiempo me quejé de este ordenador porque me iba lento. Formateé y todo. Pero he de reconocer que, para la vida que le he dado, va cojonudo. Desde que formateé va genial y le he machacado como un hijoputa. Le he tenido horas y horas encendido, le he hecho hacer de todo, etc. Estoy muy contento con este portátil.

Me caigo de sueño. Aquí no hay cobertura. Vivo como en los 90. O como en los 80. O los 70. O de ahí para atrás. O no, considerando que estoy escribiendo en una máquina de escribir en la que puedo borrar, cambiar el estilo de letra etc.

Además hemos entregado a nuestros padres su regalo de 40 aniversario. No quería darles un vale, no quería darles una cutrada. Es un viaje y quizá no es gran cosa, pero es mejor que un “vale por un viaje” o algo así. Nos ha costado mucho dinero, considerando el que tenemos. Pero, considerando el dinero que tenemos, nos ha costado mucho se aplica a todo: Una entrada de cine, pipas, gominolas, un sello de peseta, etc.

Esperaba que investigaran un poco, pero íbamos con mi prima que les soltó “Que te han regalado un viaje a Lisboa, ya está” y fastidió la sorpresa.

Me caigo de sueño decía. Me voy a la cama.