Castañuelas, Catañuelas,montones de peces negros, como crespones negros, como un anuncio
fatal. Se acercan a mi, vienen a mi. No huyen, sino que me persiguen.
Y cuando me doy la vuelta para mirarles siguen a lo suyo, nadando,
como peces despreocupados, mirándome por el rabillo del ojo, cariacontecidos, abriendo la boca de vez en cuando, como si fueran a decirme algo y no se atrevieran.
He
visto un pez verde con cara de malas pulgas. Tampoco se asusta. He
visto como varios peces se daban un festín en un erizo. Los pequeños
caben por el agujero y cogían comida. Los grandes seguían a los
pequeños, esperando que se les cayera alguna sobra. En este bonito caso, el pez grande se
come los restos del pequeño.
(Foto: Maestro Pescador)
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