Mi
padre bucea con las gafas llenas de agua hasta la mitad y está feliz
así. No soy quien para negar su felicidad.
Una
vez, jugando al Veo veo con Alfonso, dijo algo que empezaba por k.
Después de muchas vueltas y sin encontrar que era, me rendí. La
respuesta era :”Las kafas del abuelo”
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