Ya
me he informado. Las medusas que saqué eran Aurelia Aurita. Debí
haberme acordado. Pican, pero poco. Hoy he visto otra y no sé como
se llama. Tampoco tengo internet para buscarla, así que tendré que
quedarme sin nombre, pero sé que pica.
He
defendido a una mujer que bajaba con perro a la playa. No sé que le
pasa a la gente que quiere prohibir que bajen los perros pero que les
da igual que bajen dos señoras tapadas hasta el cuello mientras sus
maridos se bañan. Musulmanas, me refiero. Tapadas con trapos negros,
bajo el sol. Me extraña que no las diera algo. Sus maridos felices
en el agua, un día de 30º a la sombra. Si fuera verdad que el
femenino es el sexo fuerte no se dejaría avasallar así. Tanto mundo
musulmán deja claro que el sexo fuerte es, por suerte o por
desgracia, el masculino. Un masculino muy raro el musulmán. Una
sociedad controlada por hombres, dicen. Si yo controlara la sociedad
de manera tiránica, no pediría que las mujeres fueran tapadas, sino
más bien destapadas.
La
visión de la medusa me ha intranquilizado. Quería alejarme un poco
hoy, pero ya me ha dado cague. Además, el agua está fría. Lebeche.
No sé si lebeche se escribe con b o con v, pero me pone de mala
leche.
En realidad sí lo sé
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